margarita rodríguez y jaume melendres

confirma esta tarde el buscador google
que en el tiempo de un mes
el invierno pasado acababan la vida
el hombre y la mujer
que retratan las fotos de esta entrada.
en fin
poco alegre va esta reseña en recuerdo de ellos
margarita rodríguez y jaume melendres.
los dos

me dieron clase.

la expresión cobra aquí un doble sentido según la idea de que

uno no da sinó de aquéllo que sin duda tiene y es suyo.

para enseñar de emociones toca el saber previamente lo que es emoción

o lo que es lo mismo lo que es
vida.

curtidos y vulnerables(?)

así jaume y margarita fueron
maestros en el arte escénico de decodificar y desentrañar
la partitura emocional que asiste a todo individuo en su manera de estar en el mundo. la misma partitura que el actor está llamado a encarnar en toda ficción dramatizada.

diderotianos stanislawskianos brechtianos.

transmisores privilegiados de un conocimiento hondo de lo humano que sólo dan el tiempo y un ejercicio de vida íntimo y desnudo. maestros los dos en el sentimiento en la representación y en el signo. maestros de lo bueno aquéllo que sin duda tenían y era suyo y de lo malo por lo bueno que hay en el hombre.

desde aquí estas líneas que se pretenden así desnudas y íntimas. bien escritas. y a los dos mi gratitud cariñosa.
y calimera.